xiii) A mi espalda, en la playa, Felipe reía, y aquella risa la sentía yo como pequeñas heridas en la piel. Notaba mi corazón debajo del pecho, ___69___, como un pequeño ser independiente de mi voluntad. La tarde ___70___ raramente cálida, y el sol ___71___ sobre la arena. Entonces ___72___ hasta lo profundo de la cueva el eco de las palabras de Juan. Sus huecas palabras, que ___73___ un raro tono musical, bellamente falso:
—(...) Y, ya ves, mi querido Felipe; la gente ___74___ sin cansarse de añorar(怀念)la juventud. ¡ Como si ___75___ algo valioso! ¡ Bah, bah, qué granequivocación!