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Cómo aprenden la ruta migratoria las grullas

Ciencia al cubo

Se acerca el otoño y pronto las grullas emprenderán su camino hacia tierras más cálidas. Pero ¿cómo saben qué ruta deben tomar? ¿Es innato? ¿Lo aprenden? Si es así, ¿quién se lo enseñan? En responder a estas cuestiones, están trabajando científicos estadounidenses y ya tienen algunas respuestas.

Las grullas aprenden el camino que han de seguir en sus migraciones. No lo hacen por instinto, no nacen sabiéndolo. Son los miembros, sus más viejos de la bandada, quienes guían a los jóvenes. Para averiguar esto, los científicos de la Universidad de Maryland han hecho un experimento bastante particular. No han quitado ojo durante 8 años a una población de grullas criada en cautividad, de grullas blancas, grus americana. Es una población que vive en el Refugio Nacional de Vidas Silvestres en Necedah, en el estado de Wisconsin, y son grullas que nunca antes habían migrado. Estaban vírgenes en ese aspecto. Como no habían migrado nunca, los científicos fueron los primeros que les enseñaron la ruta hasta Florida. Lo hicieron montados en un avión ultra ligero. Ellas, siguieron a este cabecilla tan grande y extraño, y aprendieron a seguir la ruta que usarían los siguientes años ya sin ayudas, solas y libres. Fueron en esos viajes en los que los científicos se dieron cuenta del papel crucial de los viejos de la bandada.

Con la llegada del frío otoñal, las grullas del parque de Wisconsin empiezan a ponerse nerviosas y se dividen en grupos antes de partir. Y una vez organizadas, emprenden el vuelo. Los investigadores descubrieron que las aves viejas, y por lo tanto experimentadas, son fundamentales para que el grupo mantenga la dirección correcta sin desviarse. Vieron por ejemplo, que los grupos cuyo individuo más viejo tenía tan solo un año de edad se desviaban de la ruta unos 75km o más. Sin embargo, aquellos grupos en los que los individuos viejos tenían 8 añazos se desviaron un 40% menos.

En Europa, las migraciones de aves comienzan ahora en septiembre, poco a poco y de manera escalonada. Las diferentes especies de aves emprenden su larguísimo viaje. Algunas recorren cientos de kilómetros y otras, miles. Pasan por encima de las cumbres de los Pirineos y luchan contra las constantes ráfagas de viento. Muchas de las que vienen del norte de Europa se instalan en el centro y sur de la península ibérica, y otras, a las que les gustan los climas más cálidos continúan su recorrido hasta África. Así que ya sabéis, este mes y hasta diciembre, no dejéis de mirar al cielo.

América Valenzuela, Radio 5